Integración Social
y Urbana

Durante décadas el Estado no estuvo presente en los barrios más vulnerables. Para acceder a los servicios públicos las familias debían recurrir a los punteros y en muchos barrios se instalaron bandas narcos con sus cocinas de drogas y usando como soldaditos a los chicos.

En estos 4 años empezamos a llevar el Estado a estos lugares. Creamos el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) que trabajó de manera articulada con los organismos nacionales, provinciales y municipales.

Así empezamos un camino de transformaciones profundas. Llevamos servicios básicos como agua potable y cloacas, enfrentamos a los narcos y acercamos oficinas públicas para que los vecinos puedan acceder al Estado sin intermediarios. Así miles de familias pudieron acceder a trámites fundamentales como el DNI, beneficios como la AUH, consultas médicas y asesoramiento en cuestiones legales.

Los barrios en los que estuvimos trabajando fueron seleccionados por sus altos niveles de inseguridad, riesgos sociales y ambientales y falta de infraestructura.

En la actualidad, OPISU está presente en 20 barrios: Itatí y Azul, de Quilmes; Costa Esperanza, Costa del Lago y 8 de Mayo, de San Martín; Libertad y Don Orione Viejo, de Almirante Brown; Carlos Gardel, de Morón; La Cava, La Cava Chica y 20 de Junio, de San Isidro; Garrote, de Tigre; Puerta de Hierro, San Petersburgo, 17 de Marzo y 17 de Marzo bis, de La Matanza; Porá, de Lanús; y Autódromo, General Belgrano y Nuevo Golf, de Mar del Plata.

SEGURIDAD Y LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO:



Durante muchos años se dijo que Argentina era un país de tránsito para el narcotráfico, negando la problemática, mientras los narcos se instalaban en los barrios más vulnerables.

Para cualquier transformación era necesario empezar por combatir el narcotráfico, y que los vecinos pudieran vivir tranquilos. Por eso llevamos dependencias policiales a todos los barrios y derribamos búnkers donde se vendía droga.

Decidimos llevar seguridad y obras que permitieron una reducción considerable de los delitos. Un ejemplo es el barrio Carlos Gardel en Morón donde en 2018 no se registraron homicidios. Así, trabajando en equipo con los vecinos también logramos detener a líderes narcos y homicidas.



CONTENCIÓN Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL



Pasamos a ser un Estado que acompaña y que llegó para quedarse en los barrios más vulnerables.

Impulsamos la educación y nos propusimos aumentar la matrícula, especialmente yendo a buscar a chicos que habían abandonado las aulas, y al mismo tiempo trabajamos para reducir el ausentismo. Pusimos foco en programas como la Red de Aprendizaje, Puentes Escolares, Más Allá del Aula. Además respecto a la educación de los adultos, la matrícula en barrios OPISU aumentó un 35% con respecto al año pasado.

Acercamos oficinas a través del operativo El Estado en tu Barrio (ETB) para realizar trámites DNI, ANSES, AUH, SUBE y consultas médicas. En cuatro años de gestión se realizaron más de 200.000 trámites en las oficinas del ETB en los barrios del OPISU.

Promovimos la cultura a través de Arte en Barrios, con talleres artísticos y culturales, eventos, actividades, salidas culturales y visitas guiadas. Además, mejoramos los Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS) para que tengan acceso a las necesidades más inmediatas y los Espacios de Primera Infancia (EPI) donde se brinda asistencia nutricional a niños y niñas de 45 días hasta 4 años de edad.

Y con la colaboración de las mujeres referentes de los barrios, creamos el Proyecto Nodos que ofrece espacios de contención y pertenencia a niños, niñas y jóvenes. En estos espacios se trabajan temas de prevención de adicciones, violencia familiar, ausentismo escolar y otros problemas que ponen en riesgo el desarrollo de los más chicos.



INTEGRACIÓN URBANA



Cuando llegamos en 2015, los barrios no tenían infraestructura, vivienda digna, y servicios básicos. Para urbanizarlos fue fundamental escuchar a los vecinos. Comenzamos a trabajar con ellos en mesas participativas y juntos definimos las obras más urgentes y estructurales para sacar adelante el lugar donde viven. Así empezamos por las situaciones de emergencia y ejecutamos más de 150 obras, facilitando el acceso seguro y sostenible de los vecinos a los servicios como agua potable, red cloacal y pluvial, red eléctrica, alumbrado público y gas.

Además, realizamos obras para reducir los riesgos de las inundaciones, limpiamos arroyos, saneamos basurales y realizamos controles de roedores y fumigación.



DESARROLLO SOCIOPRODUCTIVO



Promover oportunidades de desarrollo laboral y productivo es el camino para lograr la integración social, donde la cooperación y el trabajo comunitario vayan de la mano para cambiar la realidad de las familias.

Para eso impulsamos planes, acompañamos a los emprendedores de los barrios y generamos espacios de capacitación.

Uno de los casos de éxito fue en La Matanza, donde un grupo de vecinos emprendedores creó la marca Puerta de Hierro (PH) y se logró la formalización de la Cooperativa de Aparadores en el barrio Puerta de Hierro.

También entendimos que el Estado no puede solo, que para poder lograr el desarrollo económico de los barrios se necesita del sector privado. Y por eso muchos privados se involucraron y pusieron recursos para acompañar esta transformación, como las sucursales del Banco Santander en 3 barrios y muchos proyectos en curso más.



ACCESO A LA JUSTICIA



Facilitamos el acceso a los servicios de justicia de una manera simple, rápida y cerca de sus casas. Para eso construimos las Casas de Atención al Vecino (CAV) en 5 distritos (Itatí de Quilmes, Costa Esperanza de San Martín, Carlos Gardel de Morón, Libertad de Almirante Brown y Porá de Lanús) con el apoyo del Ministerio de Justicia de la Nación para garantizar además, la presencia del Estado y el reconocimiento de los vecinos como sujetos de derecho. En cada CAV hay un Centro de Acceso a la Justicia que cuenta con abogados, psicólogos y trabajadores sociales para asesorar y acompañar a quienes más lo necesitan en cuestiones legales.



PRÓXIMOS DESAFÍOS



En este período hicimos transformaciones que eran impensadas. Parecía imposible sacar a los punteros, dar la pelea contra el narcotráfico, poner una oficina del Estado o mejorar la calidad de vida de los vecinos de los barrios más vulnerables. Hoy hay un Estado presente, que los acompaña y está al servicio de cada uno de ellos.

Para que estos cambios continúen, el desafío es mantener el trabajo de OPISU, urbanizar las villas y asentamientos y seguir construyendo las bases de una vida más segura en las zonas más vulnerables de la Provincia.